Ya estamos en los días de procesiones, los pasos y las torrijas, en cada pueblo de España se celebra la Semana Santa de manera diferente, y lo que vamos a hacer es conocer algunas de las tradiciones más curiosas de nuestro país.
Empezamos con las Turbas, en Cuenca, también conocida como la procesión de los borrachos, es la procesión Camino del Calvario. Se celebra la madrugada del viernes, las turbas representan a la masa de gente que se burlaba de Jesús camino de la cruz y cuando aparece la Virgen se hace el silencio más absoluto, pasan del silencio al bullicio en un momento. Se tiene constancia de la procesión desde el siglo XIX.
![Las Turbas - semana santa]()
Otra es la representación de la Pasión en Chinchón (Madrid), nació en 1963 y desde entonces se han ido sumando más participantes llegando a casi doscientos, comienza con la Última Cena en el balcón del Ayuntamiento, y termina con la Resurrección, tiene una duración de hora y media y todo el pueblo colabora, se celebra al anochecer del Sábado Santo.
![la representación de la Pasión en Chinchón]()
En Valverde de la Vera, Extremadura, se celebra uno de los actos de penitencia más duros de nuestra Semana Santa, son “los empalaos”. Los penitentes suelen haber hecho una promesa ante Dios y la Cofradía de la Vera Cruz y para cumplirla tienen que realizar el vía crucis descalzos y con el atuendo de “empalao”; atados con cuerdas sobre su torso puestas cuidadosamente para que no sufran heridas durante el vía crucis y con un mástil colocado de forma horizontal sobre sus hombro se les pone una corona de espinas, les cubren el rostro con una sábana blanca para darles el anonimato que requieren. Fue declarado de Interés Turístico Nacional el 18 de Enero de 1980.
Terminamos con “los picaos de San Vicente de La Sonsierra”, se celebra el Jueves y Viernes Santo, pertenecen a la Cofradía de la Santa Veracruz de San Vicente en La Rioja. Los disciplinantes que quieran participar en la procesión tienen que cumplir una serie de requisitos, como ser mayor de edad, varón y un certificado del párroco que acredite su fe. Durante la procesión el disciplinante se arrodillará ante el paso que haya hecho la ofrenda y al ponerse de pie se golpearán la espalda alrededor de veinte minutos y será su acompañante quien decida en qué momento tiene que ser pinchado para evitar que luego sufra más molestias.
![los picaos de San Vicente de La Sonsierra”,]()