DANI ROBLES
La publicidad: Una nueva arma de defensa de los derechos LGTB

Son muchas las empresas que en estos últimos años han optado por llevar a cabo campañas publicitarias gay-friendly
Son muchas las empresas que en estos últimos años han optado por llevar a cabo campañas publicitarias gay-friendly
Nuestra sociedad está cambiando y la publicidad acompaña a este cambio. No es un misterio la gran influencia y persuasión que tiene la publicidad en nosotros, pero si además acompañamos esto a la reivindicación de los derechos LGTB podemos llegar a un resultado muy positivo. Son muchas las empresas que en estos últimos años han optado por llevar a cabo campañas publicitarias gay-friendly, pero ¿en qué consiste este tipo de publicidad? Estas campañas se basan en dar imagen a parejas homosexuales o a personas transexuales, el objetivo de esto es reivindicar y hacer más visible en la sociedad a un colectivo tan amplio como es el LGTB.
Una de las empresas que más implicada se encuentra con este tipo de campañas es Adidas. Ya en el 2014 fichó como imagen de sus anuncios a Tom Daley, el famoso saltador olímpico sería el embajador de Reino Unido en la línea NEO de la empresa. Este hecho es de destacar, ya que Daley es uno de los iconos LGTB más destacados en los últimos años del deporte. Más tarde en el 2015 la marca lanzó unas zapatillas con los colores del famoso arcoíris de la bandera gay, la colección se llamaba Pride Pack. Fue lanzada unos días antes del Orgullo y además los beneficios de las ventas fueron a parar a fundaciones por la juventud LGTB.
Vemos que Adidas ha estado enormemente implicado en esta causa, sin embargo el pasado 14 de febrero, la marca fue aún más allá. Aprovechando el día de San Valentín, la marca subió a su cuenta de Instagram una foto de las piernas de dos chicas que trataba de transmitir de forma sutil que estaban besándose. Fueron miles y miles los comentarios que se postearon en esa foto y desgraciadamente hubieron numerosos comentarios homófobos, como: “Voy a pasarme a Nike por esto”. Sin embargo la marca volvió a sorprendernos y empezó a responder a este tipo de comentarios con emojis de besos o de manos haciendo un gesto de despedida. Incluso respondieron al comentario de un chico que defendía que el día de San Valentín solo podía ser celebrado entre un chico y una chica, a lo que Adidas respondió: “No, este día es para el AMOR. Feliz día de San Valentín”.
No sabemos si este tipo de publicidad es una manera de hacer dinero fácilmente o es que la empresa realmente está interesada en esta causa, sin embargo lo importante de esto es la gran labor que está haciendo, ya que aunque parezca algo tonto, como una imagen de la mitad de dos chicas simulando un beso, tiene un gran poder que no debemos de subestimar. Es una marca deportiva, uno de los ámbitos en los que más homofobia e intolerancia a los colectivos LGTB existen y están tratando de dar visibilidad a esta realidad y además van más allá, no se quedan pasivos ante los comentarios de odio sino que responden a ellos, mostrando esta realidad como algo normal.
También en el ámbito de la moda se están dando numerosas campañas publicitarias que apoyan al colectivo LGTB. Calvin Klein ha sido uno de los últimos en sumarse a estas campañas publicitarias. Ahora en la estación de metro de Moncloa, por poner un ejemplo, podemos ver una gran fotografía donde aparecen tres tipos de parejas: dos chicas, dos chicos y una chica y un chico. En definitiva, todos iguales y compartiendo algo en común, el amor.
Poco a poco la frontera entre lo masculino y lo femenino se va rompiendo llegando a un término androgénico y unisex que podría no estar nada mal. Esto cada vez se aprecia más en la moda. Ha sido Louis Vuitton el que ha decidió contar con Jaden Smith (hijo de Will Smith) para su última campaña de ropa femenina. El objetivo de vestir al joven actor de mujer no es simplemente llamar la atención, sino también demostrar que la moda puede llegar a ser tan versátil que es capaz de romper moldes y géneros. Poco a poco las fronteras entre lo que es normal y lo que no se van rompiendo y dejan paso a un amplio abanico de oportunidades donde somos libres de hacer y decir aquello que más felices nos haga, porque “a quien le importa lo que yo diga, a quien le importa lo que yo haga”.