Las autoridades francesas sancionan a tres mujeres con multas que ascienden a los 38 euros por usar burkini en Cannes, desde que el sábado, según el diario Nice Matin, entrara en vigor el decreto municipal que prohíbe el uso de esta prenda en las playas de la localidad francesa.
Así, el mismo día en el que se estrenaba dicha ley, una mujer de 29 años fue la primera en ser multada en la playa de Croisette, seguida el domingo de otra de 32 en Zamenhoff y el lunes por una tercera de 57 años, todas ellas con los 38 euros estipulados en la normativa. Sanciones que el empresario argelino Rachid Nekkaz se ofreció a pagar, así como las que surjan próximamente, con el fondo que creó en 2010, destinado a sufragar infracciones por llevar en lugares públicos en “niqab” o velo integral que solo deja a la vista los ojos.
Otras seis mujeres también fueron advertidas porque se estaban bañando “demasiado cubiertas”, pero éstas decidieron cambiarse de traje de baño o, directamente, abandonar la playa, según ha afirmado el jefe de policía municipal, Yves Daros.
El Nice Matin también ha señalado que desde que el Tribunal Administrativo de Niza apoyó a las autoridades locales en su prohibición de este bañador, los controles han ido en aumento.
Esto se debe a que, aunque muchos califican esta medida de extremista, las localidades alegan motivos de seguridad e higiene, al considerar que “una prenda que manifiesta de forma ostentosa una pertenencia religiosa, cuando Francia y los lugares de culto religioso son actualmente objetivo de ataques terroristas, puede provocar disturbios del orden público”.
Por tanto, debido a la sensibilidad de la nación después de todos los sucesos acontecidos, podría considerarse una forma de prevenir cualquier posible ataque o incidente que pusiera en peligro a la población francesa.
Este nuevo decreto es uno más que se suma a la lista a la que pertenecen los de otras localidades como Villeneuve-Loubet, también en la Costa Azul, o Siso, en Córcega.
