LA GUERRA FRIA DEL ORIENTE MEDIO

La rivalidad entre Saudíes e Iraníes y la diferencia entre Sunitas y Chiítas
Entre todos los conflictos que existen en Oriente Medio, el más importante es el conflicto entre Arabia Saudí e Irán, por lo que afecta a los otros conflictos en dicha región. Es decir, los países están en lados opuestos en los conflictos en Iraq, Siria y Yemen.
El Estado moderno saudí comenzó a consolidarse en 1932 con la dinastía de los Saud y el gobierno ha sido una Monarquía teocrática que sigue el islamismo sunita y sus pilares vitales son la alianza con los EE.UU. (aunque ahora esta alianza esté despreciada) desde 1945 y su producción/reserva de petróleo.
Irán fue el nombre elegido para sustituir la denominación de Persia en 1935. Es un gobierno teocrático, pero distintamente de los saudíes, son conducidos por las reglas del islamismo chií. A pesar de Irán ser un régimen extremista, el pueblo tiene más libertad que el pueblo de Arabia Saudí. Tal es que en Arabia Saudí hay persecuciones de los chiís y no hay judíos o cristianos en el país.
La diferencia principal entre los sunitas y los chiitas se basa en el profeta Mahoma. Los sunitas son aproximadamente el 90% de toda la población musulmana. El nombre suní, proviene de la expresión “Ahl al-Sunna”: la gente de la tradición. Este grupo pone su foco en las prácticas derivadas de las acciones del profeta Mahoma y sus allegados. Por tanto, adoran a todos los profetas mencionados en el Corán.
Por su parte, los chiítas ponen su atención en el yerno del profeta Mahoma. El término chiíta proviene de “Shiat Ali”: el partido de Ali. Para los chiítas, Ali y sus descendientes deberían ser vistos como líderes religiosos. Los chiítas comenzaron como facción política y hoy se encuentran principalmente en Irán e Iraq. En el país persa los chiítas superan el 90% de la población mientras que en Iraq casi rozan el 50%.
Durante el año de 1932 – creación del estado moderno Saudí –, hasta el año de 1979 – fecha de la revolución iraní, no había amistad entre los países, pero tampoco hostilidad. Todavía, tras el suceso de la revolución y con la instauración de una República Islámica, esa hostilidad comienza a quedar más abierta. Sin embargo, esto se analizará en otros artículos.
Lo más importante es saber que la cuestión entre Arabia Saudí e Irán no es tan sólo un conflicto entre sunitas y chiís como muchos describen sino que interfieren otros intereses. Hay más cosas en cielo y tierra, Horacio, que las que es capaz de soñar tu filosofía[1]
[1] Hamlet – Shakespeare