ELENA O'GRADY RUEDA

¿Pensando en comprar una casa?

cómo conseguir una hipoteca
cómo conseguir una hipoteca

Gastos adicionales con los que no contabas

¿Pensando en comprar una casa?

Ante la inestabilidad económica y política de nuestro país, a la gran parte de los jóvenes la palabra “comprar” nos suena casi a chiste. Algo lejano, eso que hacían nuestros padres, un concepto abstracto, una locura.

Sin embargo, asumámoslo: Nuestra generación jamás volverá a tener la solidez y garantías laborales de antaño. ¿Significa eso que deberíamos conformarnos y pagar un alquiler durante toda nuestra vida (Sí, cuando tengas 70 años y sólo te quede tu pensión o ni eso, también tendrás que pagar la misma cuota que abonabas mientras trabajabas) por el miedo a no poder asumir ese riesgo?

Cuando planteo este tema, muchas personas me ponen el ejemplo de otros países europeos en los que el alquiler como forma de vida está a la orden del día, y por supuesto, es innegable. No obstante, en todos ellos, existen respaldos que en España no tenemos, por lo que querer comparar de manera parcial lo que se hace allí con lo que se hace aquí, es como equiparar una patata con una cebolla. Sí, ambas provienen de la tierra, pero ni saben igual ni se usan para las mismas cosas.

Dejando aparte debates como el de que el remedio estaría en igualarnos a esos países (Que es evidente que sería una solución), esto es lo que hay y con ello tenemos que jugar.

Si esperas a encontrar un trabajo indefinido para dar el paso, es posible que nunca lo des. Y aunque lo encontraras, eso ya no es sinónimo de que vayas a quedarte en esa empresa el resto de tu vida, por lo que la clave es saber negociar todas las condiciones de tu hipoteca, los seguros y, por supuesto, saber qué gastos extra vas a tener que asumir y que no te cuentan al principio.

Para los dos primeros puntos, lo mejor es buscar un/a abogado/a especialista en estos temas y contarle tu situación para que pueda exigir lo que más te conviene. Y para el tercer punto, desde insightdocus, te vamos a ayudar para que, lo que empieza con tanta ilusión, no se convierta en una pesadilla por no ser previsor.

Para comenzar, hay que tener claro que para no estar ahogados, la hipoteca no debería superar el 40% de nuestros ingresos mensuales. Y cuando hablamos de hipoteca, no sólo hablamos del valor por el que te han vendido la propiedad, puesto que a ello, hay que sumarle todos estos extra:

- Tasación de la vivienda: Para que el banco pueda saber qué valor real tiene la vivienda y pueda calcular el porcentaje de financiación que te concederá, te obliga a pagar a una tasadora. (Sí, lo lógico es que la pagaran ellos, pero si te pones a discutir con ellos lo que se supone que debería ser, lo único que ganarás será un dolor de cabeza y una relación tensa con los que tienen que darte el dinero). El coste está entre 250 y 350 euros.

- Gastos de notaría: Están regulados por la administración y varían en función del precio del inmueble. Se pagan dos escrituras, la de la hipoteca y la de compraventa. Si, por ejemplo, la vivienda tuviera un coste de 200.000 euros, el importe de la primera sería de unos 300 euros y el de la segunda de unos 350 euros. En total, 750€.

- Registro de propiedad: Se tienen que registrar dos escrituras, por lo que tomando el valor del ejemplo anterior, te costaría unos 300 euros.

- Impuestos: Dependiendo de si la vivienda es de nueva construcción o de segunda mano, pagarás uno u otro impuesto:

* Nueva construcción: Se paga un 10% del coste del inmueble. En una casa de 200.000€, pagarías 20.000€.

* Segunda mano: Este impuesto depende de la comunidad autónoma, pero oscila entre el 6% y el 8%, entre 12.000 y 16.000 euros con el ejemplo previo.

Cabe recordar que Hacienda puede reclamar al comprador un pago superior si considera que el inmueble que se ha comprado cuesta más que lo que se ha pagado por él.

Resumiendo, para una vivienda de 200.000€, acabarás pidiendo una hipoteca de entre 213.300€ y 221.400€.