España: ¿Monarquía sin corona?
La nueva situación política puede sugerir una relevancia incluso mayor para el actual Rey ¿Qué modelo necesita España?
A excepción de dos cortos periodos de tiempo en los que España ha sido una república, la historia de nuestro país siempre ha estado ligada a una monarquía. Desde hace ahora tres siglos, guerras y conflictos aparte, los Borbones han ocupado el trono y han disfrutado de diferentes tipos de formas de gobierno hasta llegar a la actual: la monarquía parlamentaria.
El 19 de junio de 2014 Felipe VI tomó el testigo de su padre y pasó a convertirse en el monarca de todos los Españoles, una forma de gobierno que comparte con otros países de nuestro entorno como Reino Unido, Holanda, Bélgica o Austria. Pero, ¿qué hace exactamente el rey de España?
El rey representa un símbolo de unidad y permanencia y su función es la de ser un moderador entre las diferentes instituciones de nuestro país. Algunas de sus funciones son la de convocar referéndums, sancionar y promulgar las leyes, convocar y disolver el poder legislativo, proponer al Congreso de los Diputados el candidato a presidir el Gobierno además de nombrarlo y cesarlo así como a los ministros o acreditar a los embajadores y otros representantes diplomáticos, entre otras. Sin embargo, en nuestro país su función es más bien simbólica ya que todo tiene que pasar antes por alguno de los poderes que rigen nuestro país.
La nueva situación política puede sugerir una relevancia incluso mayor para el actual Rey. Aunque debido a los recientes casos de corrupción que han salpicado a miembros de la familia real, esta institución ha sido muy cuestionada por muchos sectores de la opinión pública. Algunos partidos como Izquierda Unida siempre han defendido la República como forma de Estado; mientras que otros partidos, como el PP y el PSOE, mantienen que la figura del rey es muy importante, ya que se trata de una figura sin ningún apolítica y tiene una función de moderador en la vida política.
El debate monarquía o república sigue sobre la mesa. ¿Qué modelo necesita España?
