España sin Gobierno: ¿Adiós recuperación?

Las elecciones han pasado y la economía se resiente. ¿Son los ciclos económicos reflejo de la suerte política de un país?
Han pasado las elecciones, el pueblo español se ha pronunciado respecto a quién quieren que gobierne España en los próximos 4 años y la economía se resiente. ¿Son los ciclos económicos reflejo de la suerte política de un país?
Los resultados electorales del 20-D con la irrupción de nuevas fuerzas políticas y la necesidad de pactar entre las mismas para formar Gobierno ha tenido sus consecuencias en la Bolsa española.
Estos días se han registrado caídas en el Ibex 35 principalmente en las empresas de los sectores regulados como el energético y en los bancos. Además, se vieron afectados el interés de los bonos españoles, la prima de riesgo y la deuda española.
El Ibex 35 o el Índice bursátil de referencia de la bolsa española, bajó ese mismo día en torno al 3% tras las elecciones registrándose la mayor caída en los últimos 3 meses. Esto significa que los inversores perdieron confianza en la Marca España, siendo así el Índice de la Bolsa española menos competitivo que otros europeos y mundiales. Dicho en otras palabras, los inversores dejaron de comprar acciones de la Bolsa española debido a la incertidumbre que generaron los resultados electorales.
La prima de riesgo se vió igualmente afectada repuntando ligeramente, por lo que, los inversores ante el nuevo escenario político se decantaron por otros mercados en los que comprar deuda pública. A su vez, lo anterior provocó una bajada del interés de los bonos españoles del 1,77%.
Respecto a las energéticas, las más afectadas por las caídas de esta semana fueron Iberdrola, Endesa y Red Eléctrica. A nivel bancario, Santander bajó el 4,85%. Si bien la estabilidad política no es el único factor que determina las subidas o las bajadas en la Bolsa, la falta de seguridad sobre quién llevará las riendas de un país tras las elecciones deja a los inversores expectantes a la espera de la concreción del nuevo mapa político.
Además del ya mencionado elemento que influye en las fluctuaciones de la Bolsa, existen otros igual de importantes que conjuntamente determinan las subidas y bajadas de la misma como son las decisiones del BCE, la economía nacional y global, y la política global.
Empezando por las primeras, el Banco Central Europeo el pasado 21 de Diciembre anunció que no iba a apoyar la compra de deuda pública española, lo que supuso que los inversores perdiesen confianza en que la deuda pública sin dicho apoyo se fuera a reducir.
En términos económicos, las etapas de prosperidad económica son favorables para la Bolsa, pues, los beneficios de las empresas se incrementan y su precio en el mercado bursátil aumenta. A esto contribuye el mayor nivel de ahorro y de renta nacional. Las privatizaciones, por su parte, permiten la entrada de inversores en empresas que antes estaban en manos públicas.
A nivel global, dada la interdependencia de las economías de los diferentes países del mundo y la implantación de multinacionales en varios países, una crisis en el mercado de un país puede ocasionar caídas en la Bolsa de otro país distinto. Un ejemplo de ello lo encontramos en la crisis de los mercados asiáticos cuya consecuencia inmediata fue las bajadas en todas las Bolsas, incluida la española.
En lo que a política internacional respecta, los acontecimientos políticos de un país afectan al resto de mercados de forma significativa, un ejemplo claro de ello fueron las consecuencias bursátiles ocasionadas por la llegada al poder de Syriza en Grecia en Enero de 2015. Este suceso evidenció la falta de confianza en un futuro político estable.
En resumen, las circunstancias que provocan las subidas y las caídas de la Bolsa española son muy diversas, pero ¿puede llegar a ser tan determinante en ese sentido el factor político en los mercados de valores?