Los Juegos Olímpicos de Río 2016
La opinión de un brasileño
Desde hace siete años que Río de Janeiro ha sido elegido como la sede de las Olimpiadas. El tema de los juegos será “Un mundo nuevo”. Por lo que se refiere a mundo nuevo, quizá no hay nada en Río.
La elección de Río marcó la primera vez en que dicho país ha sido designado como sede de los Juegos Olímpicos. Además, es la primera vez que se realizará un evento olímpico en un país sudamericano, la segunda en un país de Latinoamérica – la primera edición fue en México 1968.
Según la página web http://www.guiadeviaje.net/brasil/riodejaneiro-olimpicos2016.html, la candidatura de Río de Janeiro 2016 se basó en conceptos como excelencia técnica, experiencia, transformación y apoyo al movimiento olímpico y para-olímpico.
Para los analistas internacionales – especialmente los españoles –, los conceptos presentados son muy bonitos y el legado de Río será magnífico. ¿Ironía? Estoy a divagar.
En la guía de viaje se dice que la excelencia técnica implicaba reforzar aspectos como el alojamiento, el transporte, la seguridad y el aspecto financiero.
Hablaremos solamente del primer concepto, la excelencia técnica, teniendo en cuenta que los otros en nada son verdaderos. A lo mejor en la teoría sí que lo son.
El alojamiento empezó con problemas de suciedad, fugas de agua y electricidad. Algunos países han contratado por su cuenta fontaneros y electricistas para realizar las reformas necesarias en los apartamentos. Mientras tanto el Alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, sigue haciendo bromas sobre los problemas en vez de resolverlos.
Con respecto a la seguridad, la gente que vive allí se acostumbra a la falta de seguridad que acompaña a la ciudad diariamente. Vivir en Río es un deporte de riesgo y las victimas se acumulan. Robos con arma blanca cometidos por chavales o por adultos, con muertes o no, niños y niñas muertos por proyectiles perdidos, alrededor de un lindo paisaje “la ciudad maravillosa” se pierde en los demasiados problemas.
El transporte público es caro y su servicio de mala calidad. Río tiene una población de casi 7 millones de personas y apenas 3 líneas de Metro con aproximadamente 60 km de extensión. Los autobuses siempre están llenos de gente y los horarios no se respetan nunca, algo semejante ocurre con el BRT (Bus Rapid Transit).
Por último, el concepto financiero de la candidatura. Se decía allí que Río de Janeiro era una fortaleza financiera. Pasado junio la fortaleza se ha reducido a cenizas, pues el Estado de Río de Janeiro ha decretado un estado de emergencia económica – “estado de calamidad pública” – y ha pedido socorro al Gobierno federal.
Río de Janeiro es una ciudad decadente que vive del pasado, en la que su población cierra los ojos a los problemas de la ciudad y que se ha acostumbrado a las dificultades del día a día.
Río de Janeiro es un mundo de fantasía, y como el cuento de la Cenicienta – del francés Charles Perrault – se convertirá en una hermosa princesa durante los juegos olímpicos.
Todavía, diferente al cuento occidental, la vuelta a la realidad será después de la media noche y no habrá ninguna hada madrina para que el hechizo no se rompa.
Que empiecen los juegos olímpicos.