¿Cuántos hijos no reconocidos tiene el Rey?
¿Es necesario ocultar a los vástagos no reconocidos? O ¿Se debería tratar con total naturalidad?
Actualmente son tres el número de supuestos hijos no reconocidos del rey emérito de España. Hasta la fecha, el Tribunal Supremo ha archivado dos demandas de paternidad contra el rey Juan Carlos. Tanto Ingrid Sartiau como Albert Solá han visto frenadas sus expectativas de saber con exactitud si el rey Juan Carlos es su padre.
Tener hijos no reconocidos por parte de los reyes no es sólo algo actual, la historia está llena de casos similares. Algunos ejemplos son Alonso de Aragón, hijo de Fernando el Católico; Juan de Austria, hijo de Carlos V; Juan José de Austria, hijo de Felipe IV. Todos hijos ilegítimos o no reconocidos, pero en estos casos, todos tienen en común haber pasado a la historia como grandes figuras religiosas, militares o políticas.
Según el periodista Antonio Montero, el rey Juan Carlos tuvo otro hijo con su amante, la Princesa Corina. Este hijo sería el tercer supuesto hijo del Rey Emérito concebido fuera de su matrimonio. Dicha situación supuestamente habría provocado la ruptura interna del matrimonio real entre Sofía y Juan Carlos. Esta realidad ha quedado patente tras la abdicación del Rey, donde fuentes documentales atestiguan que ambos monarcas hacen vidas separadas en la intimidad. En un libro publicado recientemente y titulado “Final de partida”, escrito por Ana Romero, se sugiere que el rey Juan Carlos contaba con otras amantes a parte de la Princesa Corina. Consecuentemente, existe la duda entre algunos analistas sobre si de hecho, el número de supuestos hijos no reconocidos podría ser incluso mayor.
En España, este tema ha sido tratado ambiguamente por los medios generalistas. Los medios conservadores minimizan o incluso omiten información que estiman perjudicial para la institución de la corona. Por su parte, los medios progresistas también han desistido en sus informaciones.
A pesar de los avances sociales logrados por España en los últimos siglos, se mantiene la visión peyorativa hacia aquellos supuestos vástagos reales nacidos fuera del matrimonio. Aun así, la historia está llena de ejemplos de vástagos no reconocidos con importancia trascendental en el avance del Reino de España. En la España actual – donde prima el valor del individuo – resurge el debate sobre la importancia de excluir a aquellos nacidos fuera del matrimonio. ¿Es necesario ocultar a los vástagos nacidos fuera del matrimonio? O ¿Se debería tratar con total naturalidad?